Muchas veces tenemos miedo... miedo de lo que podríamos no ser capaces de hacer. Miedo de lo que podrían pensar si lo intentamos. Dejamos que nuestros temores se apoderen de nuestras esperanzas. Decimos que no, cuando queremos decir que sí. Nos callamos cuando queremos gritar y gritamos con todos cuando deberíamos cerrar la boca.¿Por qué? Si sólo vivimos una vez, no hay tiempo para tener miedo. Entonces basta. Atrévete, olvídate de que te están mirando. Intenta la jugada imposible, corre el riesgo. No te preocupes por ser aceptado. No te conformes con ser uno más. Nadie te ata, nadie te obliga. Haz simplemente lo que te da la gana, sin pensar en nada ni en nadie, si es verdad que hay que intentar no dañar a los demás con tus actos, pero haz lo que te diga el corazón, lo que TÚ quieras hacer, no te dejes llevar por la típica frase de "Nunca lo conseguirás" hazlo, y luego siempre puedes dar marcha atrás, no pienses, actúa, y de ja que tu corazón te guíe.
Con cariño, Ana aprc.
Ojalá fuese tan fácil seguir siempre los pasos de lo que nos dice el corazón...lo malo son los obstáculos que en muchas ocasiones encontramos...
ResponderEliminarQue bien escribes ;-)
Besinos
estoy de acuerdo, con tu ultima entrada ana.
ResponderEliminarGracias por no juzgar. Gracias por escuchar sin opinar. Gracias por hacerme saber que siempre estarás allí si te necesito. Gracias por hacerme saber que, aunque hago cosas que no comprendes, me estás esperando, al otro lado del valle que ahora mismo nos separa.
ResponderEliminar